Paralizan el desalojo de 'Patio Maravillas'

* Estaba previsto para las 9.30 de la mañana, según el auto judicial.
* Los cerrajeros municipales se han ido sin intervenir.
* La Policía no ha aparecido y los agentes judiciales se han marchado.

«La paralización del desalojo es una victoria. Hoy hemos ganado». Lo dice Lucía, una de las 70 personas que han pasado la noche «resistiendo» en el interior del Espacio Polivalente Autogestionado ‘El Patio Maravillas’. El inmueble, situado en la calle del Acuerdo, 8, en pleno Malasaña (barrio Universidad), iba a ser desalojado este jueves a las 9.30 h según un auto judicial, pero el apoyo de centenares de vecinos y simpatizantes y un despliegue de medios comunicación sin precedentes, ha logrado que, de momento, el desahucio se haya quedado en papel mojado.

Monta jaleo en la calle, ¡Okupación! No van a darte la llave, ¡Okupación!

Ni el frío ni la lluvia han impedido que desde las 8.30 h, más de 300 personas se congregaran ante el edificio tras una pancarta que rezaba «¡Con Madrid no se especula! ¡El Patio vive!».

En un ambiente de fiesta, donde desde los altavoces del blindado inmueble sonaban conocidas canciones a favor de la okupación (como una de Barricada que reza «Monta jaleo en la calle, ¡Okupación! No van a darte la llave, ¡Okupación!»), esperaban a que «10 furgonetas llenas de policías antidisturbios sin desayunar y con muy mala leche» llegaran a desalojar a las personas que permanecían dentro del inmueble.

«Falta de medios y seguridad»

El auto judicial, que asegura que estas personas «han entrado por la fuerza», establecía su inminente desalojo para dar protección al denunciante, que es propietario del edificio, y restituirle «la posesión de la vivienda okupada dejándola vacía». Este parecía ser el penúltimo paso de la batalla judicial que rodea a este espacio.

Pero el esperado desalojo no se ha producido. Ningún efectivo policial ha hecho acto de presencia en el lugar y los cerrajeros municipales y los agentes judiciales se han retirado sin intervenir debido al revuelo que había en la zona. Antes, han estado reunidos en una cafetería cercana, donde no han querido hacer declaraciones.
La Comisión Judicial responsable ha procedido suspender el desalojo sine díe

El TSJM ha asegurado que la Comisión Judicial responsable del desalojo ha procedido a suspenderlo «sine díe hasta nueva orden judicial» por «falta de medios y seguridad para llevarlo a cabo».

Pero los allí reunidos creen que las razones por las que ha sido paralizado el desalojo son otras: «Era muy difícil que nos desalojasen hoy porque ha habido mucha presión con tanta gente aquí apoyándonos. Esta demostración de fuerza a ellos (en referencia a la Administración y la Policía) no les gusta. Nos van a desgastar y vendrán un día sin avisar, cuando no haya nadie, a las 6.00 de la mañana, como siempre hacen las cosas».

«Ésta es nuestra única arma»

Sobre las 10.30 h, nada más conocerse la noticia de que el inmueble no iba a ser desalojado este jueves, las 70 personas que había encerradas dentro han salido a la calle arropados por una gran ovación y consignas a favor de los centros sociales okupados.

Alain, profesor, y Lucía, educadora, ambos de 27 años, son sólo dos de ellos. Cuentan que han pasado la noche con «tranquilidad» y que ha habido «buen ambiente». «Y bueno», continúa la joven, «por una parte te da pena, pero por otra, teníamos mucha fuerza por la lucha que esto significa y porque éramos muchos, y eso siempre fortalece».

Hemos hecho talleres de bicicletas, de fotografía, de asesoría legal para inmigrantes, de idiomas, coro…

«Yo llegué a las 21.00 h, después de trabajar», relata la chica, «hicimos una cena y hemos pasado toda la noche hablando, haciendo carteles y organizando espacios. Sólo hemos dormido una hora», asegura mientras juega con una muñeca envuelta en un pañuelo palestino: «Ésta es nuestra única arma», dice haciendo referencia al juguete».

«Al final, estos espacios llenan el vacío que las instituciones no llenan», explica Alain. «Hemos hecho talleres de bicicletas, de fotografía, de asesoría legal para inmigrantes, de idiomas, coro…», relata. Tiene claro por qué son necesarios este tipo de espacios en una ciudad como Madrid: «Demuestran que desde la libertad absoluta de pensamiento se puede hacer cosas que marcan la vida de las personas. La gente que ha pasado por aquí ha vuelto. Es una lugar para conocer personas. Que hoy aquí haya tanta gente es el resultado de un trabajo bien hecho».

El centro social ‘okupado’, que lleva en activo desde el 1 de julio de 2007, y en él se desarrollan actividades sociales y culturales. El propietario del inmueble es la empresa Grupo 2 Reunidos, cuyo administrador es Leopoldo Arnaiz Eguren.

Contra el desalojo

Desde distintos sitios de Internet ya se ha llamado a la movilización para evitar este desalojo, pidiendo una concentración en el edificio a la hora del mismo. Además, las personas que participan en El Patio Maravillas han colocado unas webcam desde donde quieren mostrar, vía web, el desalojo.

De manera paralela, numerosas e importantes organizaciones que apoyan el proyecto social del Patio Maravillas, presentaron el pasado diciembre una solicitud de expropiación del edificio ante el Ayuntamiento de Madrid, basando sus argumentos sobre la calificación del inmueble en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, que es de «uso dotacional privado», es decir, que debe ser destinado a complementar los servicios a la comunidad que se ofrecen desde el sector público.
El PGOU dice que el edificio tiene que estar destinado a complementar los servicios a la comunidad

A disposición de la ciudadanía

Al no estar cumpliéndose dicha función desde hace cerca de 10 años, y al hacerse patentes «las graves carencias» sociales de un barrio como el de Universidad, los solicitantes exigen la expropiación forzosa del inmueble para ponerlo a disposición de la ciudadanía.

Los firmantes de esta solicitud son la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), Ecologistas en Acción, el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), SOS Racismo, Médicos del Mundo, y las asociaciones vecinales del barrio: Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU) y Asociación de Vecinos y Vecinas del Barrio de Malasaña y Universidad.

Fuente
I. PÉREZ / VÍDEO: JORGE PARÍS. 22.01.2009 – http://www.20minutos.es/

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