Todavía nos queda mucha sambafunk…

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Juijuijuas. Los visitantes habituales del blog se lo han tragado, sí, pero no os podéis imaginar la que se ha montado en la lista de correo sambera. «¿Quién ha tomado esta decisión?», «¿Qué tipo de asamblearismo es éste?», «¡Yo no estuve en esa reunión!», «¿A quién hay que cortarle los meñiques?», «¿Significa es que ya no habrá más viajes fiestones? Nooooo, Dios, nooooo!». Reacciones de todo tipo. Pero no, aquí queda cuerda para rato. O eso parece de momento.

Buena salida de 2006 y mejor entrada en 2007 para todo el mundo, familia. Otro año más, y mientras nadie lo remedie, en sambadarua seguiremos hacia delante. Tozudos como los burros. Que vengan a pararnos.

[La imagen nos la han prestado amablemente los compas de microsiervos].

Fue bonito mientras duró: sambadarua se despide de la calle

No hay palabras para expresar lo que sentimos en este momento. Pero las cosas pasan cuando tienen que pasar, y no tiene sentido prolongar algo que navega a la deriva, sin rumbo ni mapa ni coordenadas. Son muchas las causas, pero ahora no importan. Lo hemos debatido largo y tendido y al final nos parece lo más apropiado.

Lo que sí es vital es agradeceros más de cinco años de apoyo, de complicidad, de energía transmitida, de baile y protesta. Nos hemos sentido felices compartiendo las calles con vosotras y vosotros, y más allá de dónde nos lleve el futuro a cada una y a cada uno, seguro que el día menos pensado, en una mani cualquiera, nos reconocemos entre el gentío y nos regalamos una sonrisa. Una sonrisa para recordar estos años de ilusión compartida que se han quedado grabados para siempre.

Hasta aquí sambadarua, gente. Seguid hacia delante con tanta ilusión como hasta ahora. Nos vemos en otra batalla.

Voces de mujeres para la paz en Euskadi

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Las firmantes del documento Ahotsak somos mujeres que desde las distintas sensibilidades políticas, sindicales, o personales, apostamos por un trabajo en común, que basado en el respeto y en la búsqueda de los puntos de encuentro, apuntale un proceso de paz y trabaje porque éste no se frustre. Las experiencias de otros conflictos internacionales (Israel, Colombia, Serbia, etc.) nos enseñan que muchos grupos de mujeres se han unido, salvando líneas divisorias nacionales, étnicas, políticas o religiosas para hacer oír sus voces en los procesos de paz, y que su participación activa ha sido clave a la hora de buscar soluciones. Además, estamos convencidas de que la perspectiva de género es una premisa insoslayable en todo acuerdo; por ello, no solo queremos participar, sino que lo vamos a hacer reclamando nuestros derechos, ejercitando nuestras libertades, actuando en los espacios que nos pertenecen a nosotras también, de una vez por todas. Sólo si las mujeres desempeñamos un papel activo, pleno e igual en nuestro pueblo, nuestra sociedad, podremos sentar los cimientos de una paz duradera y contribuir a la creación de una sociedad más justa, más democrática y más igualitaria.

Ahotsak es una plataforma ciudadana integrada por mujeres vascas cuya composición resulta insólita en estos tiempos que corren. Diputadas de formaciones nacionalistas y no nacionalistas -salvo el PP-, integrantes de partidos de derecha y de izquierda, líderes de organizaciones ilegalizadas, sindicalistas: éste es el desconcertante popurri de voces que se han unido para apoyar el proceso de diálogo en Euskadi y reclamar un mayor protagonismo de las mujeres en la articulación de alternativas políticas para poder consolidar un escenario de paz. El pasado domingo 17 de diciembre de 2006, algunas representantes de esta plataforma vinieron a Madrid a presentar su compromiso con la paz en el Ateneo. Gema González de Txabarri -PNV-, Aintzane Ezenarro -Aralar-, Gemma Zabaleta -PSE-, Jone Goirizelaia -Batasuna-, Onintza Lasa -EA- y Kontxi Bilbao -EB- manifestaron su convencimiento de que la solución al conflicto es posible con el diálogo como paso previo y sin exclusiones de ningún tipo.

Las integrantes de Ahotsak son mujeres valientes que han sabido aparcar sus discrepaciancias -porque las tienen y, en muchos casos, son muy profundas- para abrir la puerta del diálogo y la convivencia. Son un ejemplo de compromiso personal con la solución pacífica de conflictos, y su arrojo no hace sino invitarnos a imaginar cómo sería el proceso de paz si los Otegui, Rubalcaba, Acebes, De Juana, Rajoy, Zapatero, Permach o López fueran apellidos acompañados de un nombre de mujer.

Desde aquí, nuestra admiración y todo nuestro ánimo para las compañeras que integran Ahotsak.

PD: Sí, San Gil y Díez son apellidos con nombre de mujer. Touché.